😏😞😇😠😠
No le funcionaba Internet y llamó a su compañía telefónica. Marcó el
número de la misma y comenzó a escuchar una
grabación, y, tras ella, una música repetida cansinamente .
-Está hablando con X, le damos la bienvenida. Si quiere
escuchar nuestra política de privacidad marque 1, sino marque 2.
Marcó 2 para que no le largaran la perorata.
-Si desea conocer nuestra política de privacidad en otro
momento consulte en nuestra web www,x.es.
Pasó de la tal sugerencia.
-Por favor, necesitamos saber su número telefónico, márquelo
en el teléfono o deletréelo.
Lo deletreó.
-¿Sobre qué es su consulta: T.V., internet, teléfono…..etc?.
-Sobre internet.
- Tiene que darnos su número de teléfono.
- 91832451.
- A continuación le ponemos con un agente.
Sonó la música mareante una y otra y más veces.
-Todos nuestros agentes están ocupados, le atenderemos en
breves momentos, no se retire.
Música raca, raca, raca, requeterraca.
-Todos nuestros agentes están ocupados, en breves momentos le
atenderemos, no se retire.
Esto se repitió al menos 4 veces, y al final le comunicó la
siguiente grabación lo que sigue.
-
Todos
nuestros agentes están ocupados, llame en 15 minutos y será atendido.
Colgó en un estado de nervios mal controlado.
Volvió a llamar pasado el tiempo recomendado y tuvo suerte,
porque bastante pronto – pero después de toda la peroración de la anterior
llamada- le salió un señor muy amable.
- Dígame, en qué podemos ayudarle.
- No me funciona Internet.
- ¿Me puede decir su nombre para dirigirme a usted?
-Pilar.
- No se preocupe Pilar, voy a darle unas indicaciones para
ver si lo arreglamos. Acérquese al router. Ya sabe que el router es un dispositivo de hardware
que sirve de punto de conexión entre una red local e internet. Los router gestionan o “enrutan” el tráfico
web y los datos entre dispositivos de diferentes redes, y permiten que varios
dispositivos compartan la misma conexión de internet.
- Ah…ya... Pero, ¿ cual es?.
- Ve un aparato con dos cuernecitos.
A la mujer le dio la risa
de ver como el buen señor en su simplificación había descendido tanto,
que la trataba como una viejecita tonta de baba, y hasta lo vio divertido.
-
Ah,
ya lo he visto.
- Bien,
estupendo. Mire ahora por detrás y verá unos botoncitos, pues le da al de la
derecha.
-
Ya
le di, pero no va.
-
Claro,
es que no le había dicho que tiene que mantener apretado unos segundos largos
el botón.
-
Ahora
sí! . Gracias señor es usted muy amable.
-
No,
por favor, prefiero no cambiar, porque seguro que ese no tendrá cuernecitos…¡y
vuelta a empezar!.
-
No
se preocupe, nosotros le atenderemos con mucho gusto.
Colgó el teléfono y canturreó:
os…”
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